Carme Chaparro es una escritora y periodista catalana conocida por su trabajo en medios de comunicación como TV3 y RAC1. Recientemente ha publicado su segunda novela, “Delito”, un thriller que ha generado gran expectación entre los lectores y críticos literarios. En esta historia, la autora nos sumerge en una trama llena de misterio, crimen y suspense que te dejará pegado a sus páginas hasta el final.

Anai SAINZ DE LA MAZA

¿Qué diferencias encontraste en el proceso creativo de escribir una novela de ficción y el de informar sobre hechos noticiosos como periodista?

Siempre se trata de contar historias y las técnicas para contarlas son básicamente las mismas: saber escribir bien, que la gente entienda lo que se cuenta y que se sienta atraída por lo que se está contando. La única diferencia es que en la ficción se puede inventar. Cuando escribí mi primera novela, recuerdo que estaba en un capítulo y decía: “¡Ay, qué pena si este personaje hubiera pasado por esta otra cosa, ahora aquí me quedaría muy bien hacerles esto!” Y me di cuenta de que era la dueña del personaje, que podía ir unos capítulos más atrás y cambiar lo que le había pasado. Ahí me di cuenta del verdadero poder de la ficción, que el escritor es dueño de la vida de los personajes. Aunque a mí lo que me pasa es que ellos son mis dueños, yo me pongo a escribir y ellos deciden lo que quieren contar y lo que no.

¿Cómo nace la idea de escribir “Delito”? ¿Qué te inspiró?

“Delito” nace de una noche en la que me encontraba mal y volvía a casa en taxi. Yo vivo en las afueras de Madrid, en un pueblo, y cerré los ojos en el taxi. El conductor dio un volantazo y al abrir los ojos me vi de frente con el edificio de la Plaza España, que es el edificio España, hoy reconvertido en un hotel. De repente, pensé: “¿Y si se abren diez ventanas y se tiran diez personas?” Y al día siguiente quise investigar en mi cabeza quiénes eran, si no se conocían de nada, por qué habían decidido hacerlo al mismo tiempo, si sus vidas no se habían cruzado, qué hacían todos allí y por qué nadie los había visto entrar. Así surgió “Delito”.

¿Cómo surgió la idea de estructurar la novela en capítulos cortos con una voz narrativa en tercera persona que se centra en un personaje en cada capítulo?

Surgió así, de manera natural. Escribo capítulos cortos porque pienso en secuencias, como en la tele, que son imágenes. Me imagino a los personajes en sitios haciendo cosas, entonces los capítulos cortos me salen de manera natural. Soy un poco descriptiva de los ambientes, no me recreo en describir, por ejemplo, el sitio en el que estamos con todo detalle, sino lo que le hace sentir al personaje. Luego, al final, cada nombre de cada capítulo, al principio, en el borrador, yo ponía el nombre del protagonista del personaje, para saber más o menos cuántos capítulos daba cada personaje, para que no se me fuera mucho de las manos un personaje. Luego vi que estaba bien y se quedó así, haciendo un libro.

¿Qué papel juega la ciencia forense en la trama de la novela? ¿Cómo te aseguraste de que los procesos científicos y forenses fueran realistas?

Haciendo labor de periodista. Al final, mi trabajo de documentación periodística me ayuda mucho también a documentarme para las novelas. Tengo la suerte de que conozco a mucha gente, puedo llamar a mucha gente, y he encontrado gente muy buena que, aunque no me conozcan a mí, me han dado su tiempo y sus conocimientos para que todo en mis novelas sea real. En esta novela, para ayudar al forense, he contado con la ayuda de dos amigas psicólogas que trabajan en la policía. Todo está perfectamente medido para que todo sea lo más real posible.

¿Y cómo ha sido trabajar con esas personas?

Un regalo de la vida maravilloso. Además, yo he trabajado también en esta novela con una doctora intensivista del Hospital del Mar de Barcelona que se llama Zapatero, que existe como personaje en la novela y que me ayudó con toda una parte de una trama de trasplante de órganos. Las locuras que yo le decía, ella me orientó y me dio herramientas para que hay una parte final que parece muy loca, pero que fuera físicamente posible.

En la novela, abordas temas como la corrupción y el poder. ¿Crees que estos temas son recurrentes en la sociedad actual y por qué?

Claro que sí. Quién tiene poder tiene el riesgo de corromperse, ser corrompido y de ser corrupto. Entonces, cuesta mucho mantener un poder, mantener el poder y no ceder a la tentación. Hoy en día es muy fácil que te tiendan, porque todo el mundo sabe de qué me cojea cada uno. Desde la novela, me da la oportunidad de hacer una determinada crítica social que en el periodismo no podría hacer.

 

Delito (ESPASA NARRATIVA) : Chaparro, Carme: Amazon.es: Libros

También tratas temas tan tabúes como el suicidio. ¿Qué conexión hay entre el suicidio y la Virgen de los Suicidas en la novela?

En las habitaciones de los suicidas, porque se tiran todos desde la misma planta, desde la séptima planta, no han dejado ningún rastro. No llevaban maleta, no han dejado una chaqueta, no han dejado ni un botón ni un pelo. Solo hay una p

ista: uno de los suicidas deja una virgen con unas velas como si fueran altar en la mesilla de noche, y nadie sabe descubrir quién es esa Virgen

 porque todas las vírgenes reproducen vírgenes famosas. No está en el santoral hasta que Santi descubre que es la Virgen de los suicidas que es una virgen que está en el Salto del Tequendama en Colombia y es un lugar en el que desde el que se suicida mucha gente, siempre. De hecho, tuvieron que vallarlo, pero da igual, los suicidas se tiran igual. Enfrente del salto de la piedra que nos suicida, se utiliza para tirarse al vacío, hay una virgen que la han colocado para que sea lo último que vean antes de saltar y tengan cierta tranquilidad. 

¿Qué te gustaría que los lectores se lleven después de leer “Delito”?

Lo que yo deseo es que los lectores disfruten de una novela adictiva que no puedan dejar, que les ayude a distraerse y a olvidarse de sus preocupaciones. El otro día, una chica me escribió contándome que estaba leyendo la novela mientras su madre era operada de cáncer, y que la estaba ayudando a evadirse un poco de todo lo que la rodeaba. Para mí, los libros tienen que ayudar a hacer más libres a las personas, a vivir otras vidas y a soñar con otras posibilidades. Quiero darles a los lectores un libro que les atrape desde el principio y que no puedan dejar hasta el final. Ojalá se lleven eso.