La Pizzería Nap destaca por la calidad de sus productos. Prueba de esto son los 11 años que la franquicia lleva activa. Ahora, llega a Bilbao para sorprender con el sabor original de Nápoles. Una experiencia que transporta al paladar más exquisito a la pintoresca región en 50 segundos, que es lo que tarda el horno de piedra en cocer la masa madre original de Italia. 

 

Nap trabaja para expandir al mundo la clásica pizza napolitana, su producto estrella, y con ella la filosofía y un pedazo de historia del país. La producción es sencilla y precisa. Además, la cocina del local se encuentra tras el mostrador. Dicho de otra forma, es posible observar todo el proceso de elaboración desde el zarandeo de la masa hasta su cocción, pasando por la colocación de los ingredientes originarios de Italia. Antonello Bellardo, CEO de la empresa, destaca el “mayor cuidado” con el que se hacen las pizzas y cómo buscan crear un producto “accesible” para todos.

 

Se trata de poner a disposición del cliente una pizza de alta calidad, sencilla e informal pero asequible a la vez, siendo los 10 euros el precio medio de esta. El objetivo principal del restaurante es ofrecer una alternativa rápida y de calidad  que al mismo tiempo sigue minuciosamente todos los requisitos que se han definido históricamente para interpretar la auténtica receta de pizza napolitana. 

 

Tal es así que la franquicia se ha convertido en miembro de la Associazione Verace Pizza Napoletana, un organismo – único en el mundo – que certifica la auténtica pizza napolitana a través de unos controles de calidad y exactitud muy estrictos. Los 35 centímetros de diámetro de las pizzas y las 24 horas de reposo y lavado de la masa son algunos de los requisitos que cumplen para pertenecer a este grupo. 

 

A día de hoy NAP cuenta con una gran cantidad de restaurantes en España, localizados en Barcelona, Madrid y Donostia. La empresa, formada por un grupo de amigos y en su 11 aniversario agrega dos nuevos restaurantes a su colección: uno en el madrileño barrio de Chamartín y otro en la Gran Vía de Bilbao.  Todos ellos destacan, al igual que la propia empresa, en la calidad de su servicio y la exquisitez de su producto. La clave está en la repetición del proceso, una y otra vez, hasta llegar a la perfección. Por ello, son expertos en la elaboración de la auténtica pizza napolitana. Así lo demuestra el nombre de la franquicia: NAP, acrónimo de Neapolitan Authentic Pizza