Naiara Cabezas Zabala

Si has podido ver la exposición actual de Barbara Kruger en el Guggenheim, disponible hasta el 9 de octubre, te habrá llamado la atención la exagerada similitud entre algunas de las obras de la artista (los carteles con letras blancas sobre fondo rojo) y el logotipo de una de las marcas más famosas de streetwear, Supreme.

Fuente: highxtar.com

 

Esta similitud no es casual. De hecho, el propio CEO de Supreme, James Jebbia, admitió que el logo de la marca está directamente inspirado en el estilo visual de Kruger. Esta declaración salió a la luz durante una demanda contra otra marca de ropa urbana, Married To The Mob, orientada a un público femenino. En ese caso, se discutía el uso del eslogan «SUPREMEBITCH» en camisetas y gorras, lo que llevó a Supreme a defender su identidad visual, irónicamente basada en una estética que nunca les perteneció del todo.

Dejando a un lado la cuestión de los derechos de autor y el debate sobre si Supreme plagió o no a Kruger, lo cierto es que James Jebbia tenía una razón más profunda que la mera estética para basar el logo de su marca en el estilo visual de la artista. 

Una tipografía reivindicativa

La obra de Barbara Kruger está fuertemente influenciada por el constructivismo y el suprematismo, movimientos de vanguardia impulsados por artistas como Kazimir Malévich. Su estilo visual toma elementos de estos movimientos, especialmente en el uso del texto como forma de confrontación. 

La tipografía que Kruger utiliza con frecuencia, Futura Bold, también tiene un trasfondo significativo: Diseñada en 1927 por Paul Renner y distribuida por la fundición alemana Bauer Type Foundry, Futura representa los ideales de modernidad, racionalidad y funcionalidad propios de la Bauhaus y otras vanguardias europeas. 

Fue en 1990 cuando la obra de Barbara Kruger comenzó a ganar una mayor proyección pública, al exhibirse en el vestíbulo inferior del Museo Hirshhorn en Washington.  Su lenguaje visual, basado en la estética publicitaria, sirvió como vehículo para cuestionar el poder, el consumo y los estereotipos sociales.

Espíritu rebelde

Por su parte, Supreme nació en 1994 como una pequeña tienda de ropa en Nueva York, pensada para skaters con un espíritu rebelde y subversivo. Desde sus inicios, la marca apostó por una estética callejera, provocadora y cargada de referencias culturales, lo que rápidamente la convirtió en un símbolo dentro del mundo del streetwear.

Aunque Supreme no cuenta con declaraciones oficiales de misión y visión, su logotipo encierra un simbolismo profundo que va más allá de la simple identidad comercial. Este emblema conecta directamente con una artista reivindicativa y, en ocasiones, polémica como Barbara Kruger, así como con movimientos artísticos que marcaron el siglo XX, dotando a la marca de una carga cultural y conceptual que trasciende la moda.

Desde Obey hasta Balenciaga

Aunque Supreme es la única marca que ha reconocido oficialmente su inspiración en la obra de Barbara Kruger, también es posible encontrar ciertas similitudes con el logotipo de Obey, otra emblemática marca de ropa urbana.

En el desfile de Balenciaga durante la Fashion Week de París 2022,Demna,  el exdirector creativo de la marca, sorprendió al público con su habitual toque controvertido: una camiseta blanca con un logo rojo en estilo “box logo”, muy similar al de Supreme. Dado el auge de las colaboraciones, muchos llegaron a pensar que se trataba de una colaboración oficial Supreme x Balenciaga. Sin embargo, no fue así, aunque este guiño generó mucha expectativa y conversación.

¿Supreme X Balenciaga o el colmo de la ironía?

Fuente: Neo2 Magazine

Barbara Kruger en el Guggenheim: una exposición imperdible hasta el 9 de octubre

Si buscas inspiración como la que han encontrado marcas como Supreme, no te puedes perder la exposición “Another Day, Another Night” de Barbara Kruger, que estará abierta en el Guggenheim de Bilbao hasta el 9 de octubre.

Barbara Kruger: Another day. Another night. | Guggenheim Bilbao Museoa