Estefanía MARTÍNEZ LANA

Tras el éxito de ‘Así se domina el mundo’ y ‘El dominio mental’, Pedro Baños (León, 1960) regresa con ‘La encrucijada mundial’ (Ariel), en el que no solo se abordan cuestiones geopolíticas, también se tratan los asuntos sociales, económicos y políticos que preocupan a la sociedad. Cuestiones como la desigualdad, el desvanecimiento de las clases medias, el envejecimiento de la población y, en general, las preocupaciones cotidianas de los ciudadanos.

Llamas a tu libro “el manual del mañana”, ¿consideras que en él están las claves para “un mundo mejor” por lo que, lo deberían leer muchos políticos tanto a nivel nacional como internacional?

Sin duda, porque al final todo es política y necesitamos tener buenos políticos, bien formados y bien informados. En el libro no solo pongo las encrucijadas, las problemáticas a las que nos enfrentamos de tipo social, económico, político y geopolítico sino que también he intentado aportar soluciones. Soluciones que en algunos casos son pues bastante radicales que llaman la atención; siempre, por supuesto, en el marco de la democracia. Sería muy interesante que además de los jóvenes, también nuestros políticos lo leyeran ya que a lo mejor a alguno le haría bien y así intentar reorientar su profesión a la hora de servir mejor a los ciudadanos.

Confías en que aún estamos a tiempo para plantarle cara al “mañana”, pero,  ¿sinceramente crees que podemos superar esa “encrucijada mundial” que se está aproximando?

Sin lugar a dudas, siempre tenemos que tener esa ilusión y esa esperanza. Todo es mejorable, lo que pasa es que tenemos que despertar también como sociedad, ser mucho más exigentes con los que nos están dirigiendo. No sólo exigirles en el ámbito político sino ver cómo pueden mejorar de verdad la vida de cada uno de los ciudadanos sobre todo en un mundo que cada día va a estar impregnado por la tecnología, con todo lo bueno y lo malo que tiene. Un mundo donde cada vez estamos viendo que hay mayores diferencias sociales, que se están fracturando las sociedades, incluso las sociedades democráticas y por tanto pienso que es el momento de hacerlo y no esperar ni un minuto más.

O sea que además de ser un trabajo político, dices que también es un cambio social donde los ciudadanos tenemos un rol muy importante.

Sí, creo que como sociedad estamos un poco adormilados o anestesiados y creo que es el momento de reaccionar sin esperar, como ya he dicho, ni un segundo más. Una vez que reaccionemos, exigimos a aquellos que llevan las riendas de nuestra vida que lo hagan mejor, que se dejen de sus luchas fratricidas que lo único que hacen es debilitar la política como tal y desprestigiarla y que remen en la dirección adecuada.

Mencionas que el sistema actual político está en declive y afirmas que debería cambiarse, ¿cómo cree que sería el sistema que mejor funcionaría actualmente?

Lo primero, si queremos sobrevivir como democracias tenemos que tener líderes fuertes, competentes, personas muy capaces y eso nos corresponde, en cierta parte, a los ciudadanos en elegirles. Es decir, no pensemos que cualquiera puede llevar el timón de nuestras vidas ni muchísimo menos. Luego, también es cierto que tenemos que reformar muchísimas cosas como por ejemplo la educación. Necesitamos una educación que forme e informe que permita el día de mañana acceder a un puesto de trabajo con condiciones dignas. En fin, una serie de circunstancias como pongo en el libro pero es absolutamente necesario que las emprendamos ya.

Un cambio inmediato.

Sí, porque vemos que todo está avanzando a un ritmo absolutamente inusitado, como nuestros avances tecnológicos de cosas que nos parecían utopías hace muy poco tiempo, y pues ya las tenemos con nosotros. Por tanto, esta nueva sociedad en la que hemos entrado y que todavía va a ser mucho más diferente a corto plazo pues exige, evidentemente, otro tipo de líderes y otras condiciones que verdaderamente satisfagan las necesidades de todos los ciudadanos.

Instas a un cambio, realmente, que vaya a la par de esa evolución de la que hablas, para no quedarnos atrás como sociedad.

Efectivamente, porque esta tecnología ya vemos que nos está marcando nuestra vida con todo lo que significa esta robotización, digitalización que está quitando muchos trabajos y que va a quitar muchos más y por tanto tenemos que adaptarnos a esa circunstancia. Muchas veces se sigue discutiendo con fórmulas que son del pasado, del siglo XX o XIX y eso ya no nos sirve precisamente para este nuevo mundo, sobre todo pensando en el mundo en el que vamos a entrar.