Fernando Montoya todavía tiene la energía del estreno en la voz cuando habla de Pecados, el cabaret de la carne, la más reciente propuesta escénica que codirige junto al director canario Israel Reyes. El pasado sábado, en plena Aste Nagusia, y a pesar del tradicional txupinazo que inaugura la Semana Grande de Bilbao, el espectáculo logró congregar a unas 300 personas en el Euskalduna Bilbao. “La acogida fue espectacular”, cuenta. “Desde el primer momento, el público conectó con el humor, lo entendieron, se entregaron. Fue muy emocionante”.
Y es que Pecados no se anda con rodeos. Cada escena se sumerge en uno de los siete pecados capitales con descaro, ironía y una naturalidad que desarma. “Es un show muy real. Hablamos de cosas que solemos mirar hacia otro lado, pero que están ahí, en nuestro día a día. No damos lecciones, solo mostramos. Y lo hacemos riendo, que es una manera muy honesta de contar verdades”, dice Fernando.
La clave está en la mezcla: cabaret, teatro de texto, música, humor, danza y provocación. “A veces digo que es un musical de texto con canciones. Tiene una estructura muy particular. Hemos bebido del cabaret berlinés, del americano, de muchos estilos, y eso le da una identidad propia. No se parece a nada que hayamos hecho antes”, confiesa Montoya.
El origen del espectáculo está en Carne, una obra teatral escrita por el propio Montoya, que acabó mutando en este cabaret gracias a una idea compartida con Israel Reyes. “Le gustó el texto, me propuso convertirlo en musical, y le dimos otra vida. Le sumamos música, nuevas capas, otra energía. Ha sido un proceso muy bonito”, relata.
Cada pecado capital tiene su propio número, su propia escena. Y aunque el humor es la herramienta principal, no todo es carcajada. “Hay una escena sobre la ira que logra enfadar al público. Y cuando la escena da un giro, hay aplausos, gritos, risas. Es muy potente ver cómo el público pasa por todo eso”, comenta con orgullo y felicidad el bilbaíno.
Además, actuar en Bilbao tiene un valor especial para Fernando: “Volver a mi ciudad con este espectáculo, después de mostrarlo solo en Canarias, ha sido muy emotivo. Y el equipo, que son todos canarios, están encantados. Les flipa la comida, el ambiente, todo. Se sienten como en casa”.
El espectáculo puede verse en el Euskalduna Bilbao hasta el martes 19 de agosto, dentro de la programación de Aste Nagusia. Una oportunidad para dejarse llevar por un cabaret que remueve, provoca y divierte a partes iguales.
Pecados, el cabaret de la carne es eso: una fiesta de excesos, una provocación con fondo, un espejo en el que todos, sin excepción, nos asomamos y nos reconocemos. Y lo mejor es que, al salir, lo hacemos riendo. Aunque sea un poco de nosotros mismos.