Los amantes del ciclismo y Bilbao se dieron la mano en una de las citas deportivas más importantes de los últimos meses en la capital de Bizkaia, como previa a la etapa inaugural del Tour de France 2023. Esta edición única e irrepetible ha cubierto con nota el doble objetivo con el que nació: atraer y hacer partícipe de este evento al público aficionado y difundir la salida de la ronda gala entre la ciudadanía.

Caras sonrientes de disfrute fue la tónica constante que se pudo ver en la esplanada de San Mamés, minutos antes de la salida, a medida que fueron llegando las y los 1.950 cicloturistas. Un pelotón amarillo con ganas de convertirse en los principales protagonistas, días antes del paso por nuestras carreteras del pelotón profesional.

Antes del inicio de la marcha tuvo lugar el corte de cinta, al que asistieron por parte del Ayuntamiento de Bilbao, el Alcalde, Juan Mari Aburto, junto con los concejales Xabier Ochandiano y Amaia Arregi. También participó en el acto Markel Irizar, uno de los responsables del equipo Trek Segafredo en la detección y desarrollo de talentos.

Para Juan Mari Aburto la realización de esta prueba ciclista ha supuesto empezar a vivir en la ciudad la emoción del Tour, un evento en el que se lleva trabajando mucho tiempo y que va a ser toda una fiesta en la Villa. En opinión del máximo regidor del consistorio bilbaíno, la experiencia de estos casi 2.000 aficionados va a servir, además, como prueba piloto para el Grand Départ Pays Basque y la activación de los principales hitos de la ronda gala, el acontecimiento deportivo más importante a nivel internacional que va a poner a Bilbao y Euskadi en el mapa mundial.