Sarai I. Fernandes

Aymeric Laporte ya es, de nuevo, jugador del Athletic a todos los efectos. El central de 31 años ha sido inscrito oficialmente en LaLiga después de que la FIFA diera su visto bueno al fichaje, poniendo punto y final a una odisea que mantuvo en vilo a San Mamés durante varios días. El jugador firma hasta 2028 y se pone a las órdenes de Ernesto Valverde, que lo conoce bien de su primera etapa en Bilbao.

La operación no fue sencilla. Aunque el acuerdo con el futbolista estaba cerrado desde antes del cierre del mercado, la inscripción se atascó en la recta final. El dinero y la documentación desde Arabia no llegaron a tiempo al sistema de la FIFA, lo que colocó a Laporte en una situación delicada: sin ficha en su club de origen y sin poder jugar aún con el Athletic.

Durante días, el caso se convirtió en un rompecabezas de difícil solución. Desde Bilbao se presionó con todos los medios posibles, y tanto la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) como la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) movieron hilos para hacer ver a la FIFA que no podía ser el jugador el que pagara los retrasos burocráticos de terceros. Tras varios “no” iniciales, el organismo aceptó revisar los plazos y, finalmente, constató que el acuerdo se había firmado en tiempo y forma. Ese detalle fue clave para desbloquear la situación.

El alivio llegó este jueves: pasadas las 20.30 horas, el Athletic anunció oficialmente el regreso del central de Agen, que vuelve a la que siempre consideró su casa. Laporte, que debutó como león en 2012 con apenas 18 años, regresa tras conquistar 13 títulos en el Manchester City, incluida la Champions de 2023, y tras proclamarse campeón de Europa con España el pasado verano.

La incertidumbre en los despachos ya es historia. Ahora, el reto del Athletic y de Laporte está en el césped: reforzar la defensa  y centrar todas las energías en lo deportivo.