La denominación de origen de Bizkaiko Txakolina continúa más latente que nunca en el territorio bizkaino, desde que fue concedida en 1994, y en la actualidad ya agrupa 38 bodegas y hasta 14 productores de uva de marca propia, que deleitan los paladares de los amantes y descubridores de este txakoli, que dispone de diversas variedades.
Y es que el trabajo y consumo de la vid en Bizkaia viene de mucho tiempo atrás, incluso milenaria, fue a partir de los siglos XII y XIII cuando se inició una viticultura de autoabastecimiento y consumo local. Es de ahí, además, de donde proviene la palabra txakoli, entre otras versiones, tal y como lo explican en su página web: “ proviene de “etxeko ain”, lo que significa ‘lo justo para casa’, respuesta habitual de los productores al preguntar qué tal había ido la cosecha”.
Ya a finales del siglo XIX y comienzos del XX surgieron los ‘chacolines’, tabernas dedicadas a la venta exclusiva de txakoli y que aportan un ambiente festivo y popular. Cabe destacar que a principios de los 80, tal y como cuenta Bizkaiko Txakolina en su página web, “un grupo de bodegueros se agrupó alrededor de la Asociación de Txakolineros de Bizkaia (BIALTXA) y con el apoyo de la Administración Vasca (Gobierno Vasco y Diputación Foral de Bizkaia) se lanza a la recuperación de este exquisito y peculiar vino”.
Esto fue un impulsó para conseguir después la Denominación de Origen de Bizkaiko Txakolina y, también, la mención tradicional protegida por la normativa europea del término Txakoli-Txakolina.
La climatología perfecta
La influencia de la climatología en una buena cosecha es máxima y la ubicación, también, es de suma importancia para poder elaborar posteriormente un buen producto. Sin olvidar, por supuesto, la técnica de elaboración de la uva.
En el caso del territorio bizkaino, se caracteriza por tener un clima templado y húmedo de tipo oceánico, donde el mar ejerce una gran influencia termorreguladora. Como todo cultivo, la uva, y sus diversos tipos, del txakoli tienen diferentes tiempos de maduración.
Durante el verano, las temperaturas templadas favorecen a una lenta maduración; en invierno, primavera y parte del otoño las lluvias son más abundantes; mientras tanto, en otoño llega el viento de ábrego, húmedo y templado, aunque en la vertiente cantábrica se genera un clima seco y cálido, idóneo para la maduración de la vid, previa a la vendimia.
Las ubicaciones perfectas
No es difícil localizar un emplazamiento de viñedos que se dediquen al txakoli a lo largo de la orografía de Bizkaia, desde zonas costeras, pasando por valles interiores hasta en laderas de montañas a media altitud. De esta forma, se consigue una gran variedad de uvas y diferentes peculiaridades en cada txakoli, aunque eso no quita que todos los tipos vid estén agrupados en la misma denominación de origen de Bizkaiko Txakolina.
Las ubicaciones donde hay mayor presencia de estos cultivos son la comarca de Uribe y la de Urdaibai. Pero tampoco se pueden olvidar otras localizaciones como Las Encartaciones, la zona del Duranguesado o municipios como Orduña, Markina, Lekeitio y Mendexa.