Los artistas de la corriente impresionista buscaron una nueva forma de crear y entender el arte. Así lo ha hecho hoy el Palacio Euskalduna y un grupo de bailarinas de ‘Bilbao es ballet’, quienes han querido dar un paso más allá en el factor interactivo de su actual exposición, ‘Impresionistas’. Para ello, se ha realizado una intervención de danza simultánea en la que las bailarinas de los cuadros han dejado atrás el lienzo y las pinceladas para convertirse en protagonistas de carne y hueso.
Las cuatro grandes pantallas que conforman la exposición se han convertido en escenario y fondo de esta representación. El evento surge como homenaje y reivindicación divulgativa del ballet clásico y su lugar en la Villa. Este tiene como objeto principal dar valor y difusión a esta forma de arte clásica, sacándolo a la calle y haciéndolo accesible a la ciudadanía con la intención de crear un público nuevo.
El grupo ha realizado dos hermosos pases de ballet en vivo y en directo para dar corporeidad a las escenas de bailarinas de Hilaire-Germain-Edgar Degas –el artista obsesionado en plasmar el movimiento en sus lienzos- con la banda sonora de la ‘Danza del Hada de Azúcar’ (o ‘Danza del Hada confitada’), pieza archifamosa que forma parte del ballet ‘Cascanueces’ (op. 71, nº 14, Var.2) de Piotr Ilich Chaikovski, estrenada en 1892; y las imágenes de can can de Toulouse Lautrec –baile music hall originario del barrio de Montparnasse- con, precisamente, la pieza musical más conocida, el galop infernal del compositor francés Jacques Offenbach, en ‘Orfeo en los infiernos’ (1858)
El grupo de bailarinas encargadas de encarnar esta bella representación pertenecen al Estudio de ballet clásico de la bailarina, coreógrafa y docente Teresa González Ardanaz, alma mater de ‘Bilbao es ballet’. El elenco estaba formado por Elara Ortiz, Alma Gutiérrez, Nagore Bilbao, Maialen Madariaga, Enara Carrera y Eva Pungin.