Por Itsaso Álvarez.
Rafael Tarradas Bultó (Barcelona, 1977) forma parte de una saga empresarial de origen textil, los Bultó, y acaba de publicar su cuarto libro, ‘El hijo del Reich’, editado por Planeta. Una historia que transcurre durante la Segunda Guerra Mundial con personajes españoles que se implican en tareas de espionaje. El eje principal es una madre que está escondiendo desesperadamente a su hijo de los nazis porque le consideran un príncipe del imperio (Reich). El autor firma con sus dos apellidos. “La familia Tarradas es muy pequeña y los Bultó hemos vivido siempre muy cerca. Mis primos son mis hermanos. Somos una gran familia que nos han enseñado la cultura del esfuerzo”, sostiene.
-¿Qué encontramos en ‘El Tercer Reich’?
-Es una historia trepidante de amistad, de amor, de mucha emoción, de espionaje, de operaciones secretas.
-El lector se va metiendo en una trama de situaciones tremendas.
-Situaciones que les pasaron a nuestros abuelos, bisabuelos y que cuando lo contaban no lo entendían del todo. Han pasado ochenta años en una Europa pudiente y una guerra que los implicó a todos. Cómo la vida puede cambiar de un día para otro…
-¿Cuántos héroes anónimos como los que usted recoge cree que lucharon contra el régimen nazi?
-Hay muchísimos de los que nunca sabremos nada. Hubo un esfuerzo colectivo y realmente la población entera fue heroína para que la SGM la ganasen los Aliados.
-¿Cree que quedan valientes todavía?
-Creo que quedan muchos valientes. Lo que pasa es que a veces para que salga la valentía que llevamos dentro hace falta que nos arrinconen y nos enfrentemos a situaciones complicadas.
-El amor en tiempos de guerra es un tema recurrente en la literatura.
-Creo que el amor es el motor de muchísimas cosas de la vida de casi todos en realidad. Es el amor a uno, el amor a tu pareja, el amor a tus hijos, tu, el amor a tu país incluso. La amenaza sobre las cosas que quieres activa una fuerza en ti que no pensaba que tuvieras.
-¿Qué cree que la SGM siga siendo un tema relevante para los lectores?
-Sigue siendo un tema muy apasionante porque aún no nos creemos que pasase todo lo que pasó, que un país tan avanzado como Alemania se dejase seducir por Hitler, que tantos países europeos sintieran que Hitler era la solución y que se armase un problema tan enorme, que de repente estuviese el mundo entero en guerra intentando defender los valores y la libertad sobre un enemigo tan poderoso..
-¿Alguno de los personajes o temas que aborda están inspirados en historias personales o familiares?
-Sí. Empecé a escribir a raíz de historias que me habían contado en casa, historias de mi familia y de mis abuelos y esa fue la chispa que prendió mi afición a la escritura y a contar historias.
-En este último libro, como ya hizo en los anteriores, ha elegido el nombre de miembros de su familia, Sagnier y Bultó, para dos personajes. ¿Un homenaje?
-Muchas de las historias que cuento las conocí a través de mis abuelos, a los que todos escuchábamos con mucho interés. Cuando ellos hablaban los demás nos callábamos. Y con esas historias comprendías la dureza de sus vidas y te mostraban algo muy importante. Nos enseñaban a no quejarnos tanto. Creo que nos hemos acostumbrado a tenerlo todo y tenerlo ahora. Lo importante es saber adaptarte.
-¿Qué parte del proceso de escritura disfruta más?
-Me gusta mucho la Historia, incluso cuando no estoy escribiendo, que es muy poco tiempo, porque actualmente ya estoy con la quinta novela, siempre estoy investigando y documentándome.
-Entonces, serán cinco libros en cinco años. ¿Cómo lo hace?
-Escribir me divierte mucho, no me es difícil, requiere mucho esfuerzo, pero es un esfuerzo que me apasiona y me divierte, como el que corre una maratón. Incluso si mis novelas no se fueran a publicar yo seguiría escribiendo porque es una afición a la que me siento muy ligado.
-¿Cómo un diseñador industrial como usted dio el salto a la literatura?
-Tiene que pensar que no existe la carrera de escritor. A mí me gustaba el diseño de automóviles, pero nunca he ejercido como tal. Me he dedicado siempre a la comunicación.
–Ken Follet es uno de sus escritores favoritos. ¿Hasta qué punto ha influido en su estilo?
-Tiene una manera de escribir que me encanta. Como él, tengo otro escritor favorito, Rudyard Kipling. Le diré que mi libro de cabecera desde pequeño es ‘El libro de la selva’. A día de hoy lo sigo releyendo.
-¿Se ve escribiendo series de libros de sagas familiares durante décadas?
-Difícilmente escribiré novelas basadas en la actualidad, encuentro más brillo en el pasado. ‘El hijo del Reich’ les va a divertir, estoy seguro.