Aquí te traemos alguna curiosidad que puede que no supieras de Bilbao
Bilbao es una ciudad con mucha historia y llena de curiosidades que (quizás) no sabías, aunque hay un montón de sorpresas por la ciudad aquí os traemos algunas que nos han parecido interesantes.
Los Cupidos de Bilbao
El puente de la Merced de Bilbao, situado entre el puente del Arenal y el puente de la Ribera, y cerca del Convento de la Merced, de donde viene el nombre, que hoy en día es más conocido como BilboRock.
Este puente es conocido porque las farolas que acompañaban al puente están decoradas con unos seres alados que dan la sensación de que están ahí para proteger el puente, son conocidos popularmente como los seres alados de la Merced.
¿Pero qué pasa con estos seres? Bueno, cuenta una leyenda medieval que si pasas por al lado de estos seres y los tocas, te ayudarán a tener suerte en el amor, o eso es lo que decía un bulo de 2012 que se inventó esta leyenda en el día de los inocentes para atraer a más turistas al puente. Puede que la leyenda no sea cierta, pero nunca está de más intentar que los seres alados te ayuden en el amor, ya sabeis, ninguna ayuda es mala.
Un club de lo más extraño
Que a los bilbaínos siempre nos ha gustado comer no es ninguna sorpresa, esa no es la curiosidad, sino que en 1953 se abrió un Club de Gordos en la ciudad, se ve que sí que les gustaba comer.
Para ser parte del txoko tenias que pesar mas de 100kg, ser hombre y no hacer “ejercicios gimnásticos”, es decir, deportes. El fundador fue Nicolás Goirigolzarri, dueño del Restaurante “Nicolás”, que si te suena es porque ¡en La Ría del Ocio los tenemos al lado!, está situado, todavía, en la calle Ledesma 10, mientras nosotros estamos en el 6.
El club cerró y se intentó reabrir en 1993 con el mismo lema «generosidad, humor y bondad», pero fue un fracaso, a día de hoy puedes visitar el Restaurante Nicolás, que es donde se celebraban las reuniones.
La fuente del… ¿perro?
En Zazpikale si tienes sed no te preocupes, está llena de fuentes, pero hay una bastante especial, en una de las calles está situada la Fuente del Perro, pero esos perros lucen un poco extraños, ¿no creeís?
Hay una leyenda que dice que los vecinos de Bilbao quieren esculpir leones en esa fuente, pero como eran los 1800s nadie en la ciudad había visto un león de verdad, asique al esculpir quedo así, un león con forma extraña. más parecido a un perro con mucho pelo que otra cosa. Así que en vez del nombre esperado que era La Fuente del León, se quedó con la Fuente del Perro.