Concierto de Lágrimas de Sangre

Sin duda, LDS ha demostrado ser uno de los grupos de rap más influyentes en la escena hip-hop. Su éxito está respaldado por dos discos de oro y dos de platino, así como por millones de reproducciones en las plataformas digitales. De hecho, fueron el grupo más votado en una encuesta dirigida a jóvenes de 16 a 30 años para seleccionar artistas para los conciertos de las Fiestas de La Blanca.

Lo que hace a LDS destacar es su combinación de lírica y sonido. Sus canciones ofrecen tanto ritmos vivaces y bailables para momentos de celebración, como propuestas más introspectivas con versos existencialistas. Además, no temen abordar temas crudos y amargos a través de canciones protesta. La formación de LDS incluye a Still ill, Microbio y Neidos en las voces, mientras que Acid Lemon se encarga de la producción musical. En sus presentaciones en vivo, cuentan con el talento de Ricky Hammond, un multi-instrumentalista que los acompaña.

Este concierto se podrá disfrutar hoy 7 de agosto a las 23:55 en la Plaza de los Fueros de Vitoria

Playa de Sopelana

En Sopelana, un municipio a tan solo 20 minutos en coche de Bilbao o 30 en metro, encontrarás una espectacular costa acantilada abierta al mar y con cuatro increíbles playas intercaladas: Barinatxe, Atxabiribil, Arrietara y Meñakoz. Además de disfrutar de la belleza del paisaje, estas playas son perfectas para los amantes del surf y el parapente, y para los que practican naturismo. 

Sorolla y la luz del norte

La propuesta del programa La Obra Invitada de este verano trae el luminismo de Joaquín Sorolla (Valencia, 1863 – Cercedilla, 1923) a la sala 19 del museo, coincidiendo con el centenario del fallecimiento del pintor. En conmemoración, el programa presenta una obra destacada de la producción de Sorolla, titulada «Bajo el toldo, Playa de Zarauz» (1910), que fue pintada durante una de sus primeras estancias en el País Vasco.

En esta fascinante pintura, se puede apreciar a la familia del pintor, incluyendo a su esposa Clotilde y sus hijos María, Elena y Joaquín, elegantemente vestidos y disfrutando de la sombra bajo uno de los característicos toldos de la playa de Zarauz, en la provincia de Guipúzcoa.

A partir de 1900, Sorolla comenzó a pintar las playas del norte, que en aquel entonces eran frecuentadas por la familia real y la aristocracia. Este elegante veraneo le brindó la oportunidad de representar escenas de refinado ocio, utilizando una paleta de colores característica de la luz septentrional, muy diferente a la de las playas de su Valencia natal. En 1909, Sorolla expuso estas obras en Nueva York, y motivado por el éxito obtenido, en el verano de 1910 viajó con su familia a Zarautz, la residencia veraniega de la reina Isabel II.

La obra se exhibe en conjunto con otro lienzo que muestra una panorámica de la playa, así como cuatro dibujos preparatorios de las figuras representadas en la pintura principal. Además, se muestra una imagen de época de Sorolla pintando al aire libre, haciendo referencia a la importancia que la fotografía tuvo en su arte. Esta conexión con la fotografía se remonta a su estrecha relación con su suegro, Antonio García, quien era uno de los fotógrafos profesionales más prestigiosos de España en aquel momento.

 

Corinne Vionnet, Vanessa Winship, María Azkarate

Bilbao Metropoli 30-30-30 presenta un grupo de 78 fotografías realizadas en 2022 por Corinne Vionnet, Vanessa Winship y María Azkarate que muestran los cambios sufridos por la ciudad de Bilbao y su área metropolitana durante las tres últimas décadas, desde diferentes puntos de vista e intereses.  El proyecto es una iniciativa de Bilbao Metropoli-30, Asociación para la Revitalización del Bilbao Metropolitano y vuelve a presentar la obra que 30 años atrás impulsó para retratar la fisonomía del eje urbano de la ría y sus habitantes.

En esta ocasión, contando con la colaboración  de Metro Bilbao, son tres fotógrafas las que retoman el espíritu de aquella mission photographique para reflejar los cambio ocurridos en el mismo territorio durante los últimos treinta años. A los paisajes urbanos y humanos se les suma ahora el “tercer paisaje”, el de la asunción de la ruina industrial y su potencialidad como parte estética del escenario.

A esta exposición se puede ir hasta el 10 de octubre en el Museo de Bellas Artes