José Carlos Gómez presenta su octavo disco, Las Huellas de Dios, un recorrido musical y emocional por ocho etapas de la vida de Paco de Lucía. El homenaje al legendario guitarrista flamenco tendrá lugar el domingo 9 de marzo a las 19:30 h en el Teatro Campos Elíseos con un precio por entrada desde 32 euros que se podrán adquirir en la web.
Con composiciones propias, José Carlos Gómez cuenta la historia de su querido y admirado artista algecireño, un viaje musical con una narrativa propia que explora desde el encuentro con Camarón hasta la pérdida de sus padres a ritmo de bulerías, rondeñas, alegrías o rumbas.
Has mencionado que este es un proyecto conceptual que cuenta con una estructura narrativa. ¿En qué se diferencia el proceso de creación de un disco con una historia lineal frente a otros más abiertos o sin un hilo argumental definido?
Sobre todo, porque compones sobre imágenes o sobre recuerdos. No es lo mismo componer música sin buscar esas imágenes que componerla yéndote, por ejemplo, al nacimiento de Paco de Lucía. Yo de pronto visualicé su bautizo en una acacia, en una casa con un patio andaluz a las 3:00 H de la mañana, cuando ya la fiesta se ha quedado un poquito más tranquila y hay una reunión en la que están haciendo una bulería despacito con aire de copla. En fin, este disco está compuesto sobre imágenes, sobre sensaciones, de momentos que yo he ido recordando de la vida de Paco.
Componer un disco que funcione como una historia implica un proceso de introspección. ¿Qué dirías que has descubierto sobre ti mismo al enfrentarte a este reto?
Ha sido bonito porque yo además de viajar tras las huellas de Paco desde su niñez también he ido viajando detrás de las mías, he vuelto a mi niñez también y he sacado de ahí sentimientos que quizás no recordaba. También he sacado muchas cosas de mí, armonías, acordes nuevos… Ha sido una búsqueda para que no solo sonara a Paco, sino que sonara a mí también y fuera una especie de híbrido entre los dos. Ha sido un viaje muy bonito.
Cuando plasmas estas narrativas en tu música, ¿Cómo decides qué elementos musicales van a contar cada parte de la historia?
En el momento que decido que voy a ponerle música a la vida de Paco, lo primero que hago es ir anotando momentos de su vida que me parecían relevantes, porque hay muchísimos, podía haber sido un disco de 20 temas. Entonces elegí su nacimiento, el momento en el que se encuentra con camarón de la isla o el momento del jazz, donde se encuentra con John McLaughlin o Al Di Meola. En fin, voy eligiendo esos momentos y conforme van pasando voy añadiendo los instrumentos que él añadió; aparece el cajón, la flauta, el bajo y todo eso también lo introduzco de manera en el tiempo igual que él lo hizo. Todo en el disco tiene un porqué, no está de manera gratuita, está muy pensado qué aparece y porqué aparece.
‘El Mesías’ narra el encuentro entre Camarón y Paco de Lucía. ¿Cómo imaginaste musicalmente ese momento? ¿Qué emociones o símbolos querías plasmar en la composición?
Yo me inspiré en el encuentro que ellos tuvieron en Jerez. Paco contó que se encontraron una madrugada y que se fueron luego a casa del guitarrista Parrilla de Jerez y que ahí Camarón empezó a cantar y Paco pensó que había llegado el mesías, no se creía que alguien podía cantar así. Entonces esa obra está inspirada en ese momento. Hay una letra que de alguna manera cuenta ese momento. Lo hice en la tonalidad de rondiña ya que ellos crearon La Canastera que está en esa tonalidad y quise también llevarlo por ahí.
Paco de Lucía ha sido una gran influencia en tu carrera. Más allá de su virtuosismo, ¿Qué es lo que más admiras de él y qué has aprendido que hoy aplicas en tu propia música?
Su creatividad, música, manera de cantar con la guitarra, su manera de hacer sencillo lo difícil ¿no? El haber hecho tantísimas melodías vestidas con las mejores ropas, con las mejores armonías y hacer de la sencillez obras maestras. Sus rumbas, por ejemplo, son hitos. En la música es muy difícil hacer una rumba de guitarra flamenca que no suene un poquito, no sé cómo llamarlo… barato, chabacano, no sé (ríe). Paco convirtió las rumbas de guitarra en obras maestras; Entre 2 aguas, Río ancho, Chanela… Cada rumba era más sofisticada y más rica en armonía que la anterior. Admiro mucho eso de él y además sin perder nunca el lenguaje flamenco, sin apartarse nunca de la raíz del todo, eso para mí es lo de las cosas más difíciles que hizo.
‘Las Huellas de Dios’ es una biografía sonora de Paco de Lucía, ¿Qué capítulo crees que aún queda por contar en la historia del flamenco?
Hay varios, hay uno que se hubiera titulado El Sexteto, que de hecho en el Teatro Campos Elíseos lo voy a tocar en primicia, que es un tema que no está en el disco. Otro podría ser Cancún, que fue tan importante en su vida, eran los veranos que él se divertía tanto con sus amigos e iba a pescar. Te podría decir muchísimos; su encuentro con Sabicas, los años en Mallorca con sus hijos pequeños… como te he dicho, podría hacer un disco de muchas canciones más. Daría para mucho porque la vida de Paco fue muy rica e inspiradora y tiene muchas curiosidades.
Si pudieras tocarle una pieza a Paco de Lucía hoy, ¿Cuál sería y por qué?
Del disco yo creo que le hubiera gustado Calle San Francisco, es la canción que pone música a su nacimiento, que tiene un aire a copla, algo que a él le gustaba mucho y que , curiosamente, su último disco es un disco de coplas. Esa canción cuando la hice pensé; yo creo que a Paco a lo mejor le hubiera sacado un «Olé» en algún momento.