Antes las altas temperaturas, los expertos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) nos ofrece unos consejos para protegernos de los golpes de calor.

 La Ría del  Bienestar

Los efectos de las olas de calor

Las olas de calor, que cada vez más frecuentes tanto en nuestro país, así como en el resto del planeta, pueden incrementar los riesgos de deshidratación, edemas, calambres musculares y problemas de la piel. Además, agravan las enfermedades crónicas y aumentan los accidentes cerebrovasculares y los partos prematuros. Por otro lado, también se sabe que incrementa la siniestralidad laboral y el tráfico, al igual que las intoxicaciones alimentarias y las enfermedades que se transmiten por el agua y los alimentos.

El Estado registró 3.009 muertes atribuibles al exceso de temperaturas en 2023, de las cuales, un 66% de estos decesos se dieron en el mes de agosto. En este contexto, las visitas a los servicios de urgencias aumentaron un 10% debido a las altas temperaturas en los años 2022 y 2023.

Síntomas para tener en cuenta

El calor excesivo puede generar dolores de cabeza, mareos, cansancio, y deshidratación. Aunque estos síntomas son comunes, si los asociamos con las altas temperaturas previstas podrían estar indicándonos un posible golpe de calor, especialmente si hemos estado mucho tiempo bajo el sol y no hemos bebido suficiente agua.

En el caso de experimentar estos síntomas, es vital buscar un lugar con sombra, refrescarse y beber agua en pequeñas cantidades frecuentemente. En el caso de encontrarnos con casos graves, como la pérdida de conciencia, se debe pedir ayuda médica de inmediato.

// Recomendaciones para combatir el calor

 

  1. Hidratación constante: Beber agua regularmente, incluso sin sentir sed, y evitar el consumo de alcohol y otras sustancias.
  2. Evitar el sol directo: Especialmente durante las horas de mayor radiación, es decir, entre las 12:00 y las 18:00 horas, con temperaturas por encima de los 28 grados.
  3.  Vestimenta adecuada: Usar ropa ligera y de colores claros.
  4.  Descansos frecuentes: Hacer pausas en lugares frescos si se realiza actividad física o trabajos al aire libre.
  5. No hacer deporte en horas de máxima calor: Especialmente al mediodía.
  6. Atención a los más vulnerables: deben ser monitoreados de cerca los niños pequeños – menores de 4 años y lactantes -y embarazadas; los mayores de 65 años, especialmente las personas encamadas o con limitaciones de autonomía, y las personas con enfermedades crónicas (cardiovasculares, diabetes, EPOC, insuficiencia renal, demencia y/o obesidad, etc.), así como aquellas enfermedades agudas contaminantes.
  7. Cuidado con la medicación: Consultar al médico de familia sobre los posibles efectos del calor si se está tomando medicación regularmente. El uso de ciertos fármacos como los anticolinérgicos, diuréticos, IECA, antiarrítmicos, betabloqueantes, estatinas, antidiabéticos orales, neurolépticos y antidepresivos aumenta la susceptibilidad al calor.

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