El marketing de influencia vive un cambio generacional: los influencers virtuales (IV), personajes creados con inteligencia artificial o animación 3D, han dejado de ser curiosidad tecnológica para convertirse en nuevos prescriptores de marca.
Las compañías apuestan por estas figuras porque les ofrecen control absoluto, disponibilidad 24/7 y, sobre todo, cero riesgo de crisis personal. Sin escándalos, cambios de humor ni exposiciones públicas no planificadas, el influencer ya no responde a impulsos humanos, sino a estrategias de marketing.
El sector está en pleno crecimiento. Según estimaciones recientes, en 2034 el mercado global de influencers virtuales podría mover 170 millones de dólares, una cifra que confirma el interés comercial que rodea a estos activos digitales.
Autenticidad a debate, engagement al alza
Mireia Montaña, directora académica del máster universitario de Estrategia y Creatividad en Publicidad de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), sitúa el fenómeno dentro de la llamada economía de los creadores:
“Los IV son contenido escalable y disponible 24 horas, desafían la autenticidad humana y generan alto engagement por su estética vanguardista y la innovación tecnológica”.
Quién lidera esta nueva generación
Entre los casos más citados del sector destacan:
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Lil Miquela (2,5 millones de seguidores), pionera a nivel global y protagonista de campañas de moda y lujo.
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Lu do Magalu (7,5 millones), desarrollada como interfaz digital de la marca brasileña Magazine Luiza, donde utilidad y tecnología se integran en la figura del influencer.
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Aitana López (300.000+ seguidores), creada por una agencia, usada para campañas rápidas de retail y moda.
Montaña subraya que su valor para las marcas reside en tres ejes: control total, ausencia de riesgos y exhibición de innovación tecnológica.
Sectores que abrazan la fantasía frente a los que no pueden permitírselo
La adopción no es homogénea. Los IV tienen más peso en:
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Moda, belleza, lujo, videojuegos y eSports, donde la imagen y el control estético son determinantes.
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Entornos digitales donde la fantasía visual conectan de forma natural con la audiencia gamer.
Su presencia, en cambio, todavía es limitada en sectores que exigen credibilidad tangible:
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Salud, finanzas o educación, ámbitos regulados y basados en la confianza, donde los IV aún se enfrentan a barreras legales y de percepción.
Ventajas: inversión única y múltiple identidad global
Neus Soler, investigadora del grupo i2TIC de la UOC, identifica como mayor atractivo el hecho de que las marcas diseñan y controlan el mensaje sin interferencias:
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Proyectan innovación y conexión con el metaverso
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Son un activo permanente, una inversión que no “caduca”
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Pueden hablar cualquier idioma, tantas veces como la campaña lo exija
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Funcionan con un alcance global desde el primer día
