En los últimos tiempos, Halloween se ha hecho cada vez más popular, impulsado por la influencia de las películas y series que vemos o simplemente porque es una excusa para disfrazarnos y disfrutar con amigos. Sin embargo, en Euskadi existe una tradición similar que data de mucho antes: la Gau Beltza o Arimen Gaua, cuya traducción es “Noche Negra” o “Noche de las Almas”.
Gau Beltza es una festividad profundamente enraizada en las tradiciones rurales de Euskadi y en el otoño. Durante esta noche especial del 31 de octubre, se relatan historias de miedo y de espíritus, mientras las calabazas talladas con caras sonrientes y luces adornan las casas, caseríos y caminos. Niños y jóvenes también se disfrazan y, como parte de la celebración, hacen travesuras para asustar a los adultos.
En Gau Beltza, las hogueras son una parte fundamental: se encienden en plazas y barrios para guiar a los espíritus de seres queridos a sus hogares y alejar a los espíritus malignos. Las familias también se reúnen para asar castañas y compartir otros frutos típicos de la estación, una oportunidad para celebrar y disfrutar en comunidad.
Origen de la Gau Beltza
Esta tradición vasca, más antigua que Halloween, está ligada a los celtas, quienes llegaron a Euskadi y dejaron sus costumbres en Araba, expandiéndose más tarde a Gipuzkoa y Bizkaia. A diferencia de Halloween, que se enfoca en el tránsito de los espíritus al más allá, Gau Beltza marca el fin de la cosecha, o fin de año agrícola.
Actualmente, muchos pueblos en Euskadi mantienen viva esta tradición. Por ejemplo, en Bizkaia, lugares como Bermeo y Lekeitio organizan desfiles y decoran con calabazas encendidas, recordando antiguas leyendas locales. En Gipuzkoa, es común el Gaztainerre, donde la gente disfruta de castañas asadas en pueblos como Arrasate y Eibar. Incluso en Araba, se mantiene la costumbre de iluminar las calles con remolachas o patatas talladas en vez de calabazas, y se celebran con kalejiras (procesiones festivas).