Este sábado 31 de agosto se celebra en Abadiño la tradicional Rogativa a Urkiola, un evento con profunda raíz en la comunidad. Sin embargo, este año presenta una modificación importante debido a la falta de voluntarios.
La jornada comienza a las 9:00 de la mañana en la ermita de Andra Mari, en Muntsaratz, como es habitual. A diferencia de años anteriores, la imagen de San Roke no es trasladada al santuario de Urkiola, sino que permaneceen la ermita por la escasez de personas voluntarias. Pese a ello, la marcha sigue su curso habitual, incluyendo la parada en Txakurzulo y el tradicional “hamarretako”. Esta decisión, aunque difícil, busca preservar la celebración de esta festividad.
Paralelamente, el área de Bienestar Social ha organizado una comida popular para los jubilados del municipio. Un autobús sale de Muntsaratz a las 10:20 con paradas en Zelaieta y Traña-Matiena, para llevar a los asistentes al santuario de Urkiola, donde a las 11:30 se celebra la misa. Tras la ceremonia, hay actuaciones de dantzaris y txistularis.
Este año, el tradicional reparto de botellas de vino durante la actuación ha sido eliminado, en cumplimiento de una nueva ordenanza municipal que prohíbe el uso de fondos públicos para la distribución de alcohol en estos eventos. En su lugar, se ofrecen productos ecológicos, promoviendo el consumo sostenible y local.
La comida popular para los jubilados, que cuenta con la presencia de miembros de la corporación municipal, se celebra a las 14:00. Después, los asistentes pueden disfrutar del tradicional “txitxarrillo”. El autobús de regreso parte de Urkiola a las 18:00.
El ambiente festivo continu al anochecer con un guisote popular en la plaza de Txanporta a las 20:00, amenizado por la romería Lotxo Taldea. En caso de mal tiempo, el evento se traslada al probadero. El coste del ticket es de un euro, y lo recaudado es destinado al Banco de Alimentos.
Edurne Maguregi, teniente de alcalde y concejala de Bienestar Social, ha subrayado la importancia de esta tradición y agradecido a quienes han colaborado en su organización, expresando su deseo de que más vecinos se sumen como voluntarios en futuras ediciones para mantener viva la rogativa.