Alba Martín
Cristina Soria, periodista, coach y colaboradora habitual en varios programas de televisión, presenta “Renuévate” (Espasa), su séptimo libro. En él ofrece las principales claves para encajar las piezas de nuestra vida y proporciona herramientas para poder hacer frente a los obstáculos que se presentan.
Comienzas hablando de la pérdida, que es algo que ha sufrido desgraciadamente mucha gente durante estos dos años. ¿Cómo podemos afrontar estas situaciones?
Yo en el libro hablo con dos psicólogas expertas en duelo. Las pérdidas siempre son duras, pero en esta situación han tenido varios elementos que las agravan todavía más. Muchas veces la pérdida ha sido algo precipitado, de un día para otro. Nos hicieron creer que esta pandemia solamente afectaba a la gente mayor y enferma, que ya me parece suficientemente terrorífico decirlo, pero es que no fue así. Falleció mucha gente que no estaba enferma ni que era mayor. Además, no ha habido una despedida del ser querido; no hemos podido compartir ese duelo con los amigos, con el resto de la familia, abrazarnos, despedirnos… Como dicen las dos psicólogas, Araceli y Belén, que participan en el libro, el duelo es un camino en el que entras y sales del dolor de diferente manera y en el que tienes que aprender a vivir con la ausencia de esta persona. Cuando tú no eres capaz de afrontarlo por ti mismo, lo mejor es acudir a un experto y que te ayude. También es bueno compartir ese duelo con otras personas que han pasado por la misma situación. Ayuda mucho más y se enquista mucho menos.
La OMS ha advertido que el 93% de los países ha visto que la pandemia paralizaba o afectaba a sus servicios de salud mental esenciales…
Los expertos dicen que los casos de depresión se han multiplicado y también los suicidios. La gente con la que me relaciono me cuenta que tienen psicólogo, pero que lo ven una vez al mes. Además, no todo el mundo se puede pagar un psicólogo o un psiquiatra de manera privada. La salud mental es fundamental. Ahora se ha puesto sobre la mesa la importancia que tiene estar sano mentalmente y los problemas que existen cuando no lo estás. Todavía hay que derribar muchos prejuicios y muchas vergüenzas. Tenemos que enseñar que es normal ir a un psicólogo cuando uno se encuentra mal, como cuando se va al traumatólogo cuando te duele una pierna. Esto lo vemos normal, pero cuidar de nuestra salud mental, que tiene un reflejo en nuestro cuerpo de forma interna, nos cuesta. Si rompemos con estos estigmas, va a ser mucho más fácil. Es fundamental que veamos el hecho de ir al psicólogo como algo normal y que se reciban muchas más ayudas.
¿El ser humano se puede adaptar a todo?
Sí. Tenemos una gran capacidad de adaptación. Quién se iba a imaginar que íbamos a estar los meses que hemos estado encerrados en casa, viviendo situaciones complicadas.
Hablas de la aceptación, que es dejar de luchar. Pero muchas personas se pueden tomar esto como una derrota…
Porque lo confunden con la resignación. La aceptación es dejar de luchar en contra, con resistencia. Si no soy responsable de algo que ha llegado a mi vida, si no lo puedo cambiar, hay que aceptarlo. La energía y la lucha tienen que ser para crear, no para enfadarnos. Cuando aceptamos la realidad y que ante eso no podemos hacer nada, la energía que podemos generar es para poder cambiar esa situación, pero no para estar pataleando, que no nos va a llevar a nada. Haz lo que esté en tu mano hacer.
Llama la atención que cuentas que el miedo no es negativo…
Para mí el miedo no es una emoción negativa. Cuando nosotros estudiamos inteligencia emocional, las emociones muchas veces se distinguen en categoría positiva y negativa. Todas las emociones son positivas porque me dan información sobre mí. Me dan información sobre la persona o el hecho que me está provocando esa situación. El miedo te está dando información de que algo o alguien no te está haciendo bien. Por eso para mí no es una emoción negativa. Lo que es negativo es no aprender a gestionarlo o que pasado un tiempo siga con esa emoción con la misma intensidad que hace tiempo.
Afirmas que tenemos que definir nuevos objetivos ahora que nuestra vida no es como antes. ¿Por dónde empezamos?
Lo primero es saber si nos apetece tener nuevos objetivos. Si creemos que tenemos que cambiar algo de nuestra vida, ahí es cuando tenemos que plantearnos nuevos objetivos. Hay que ver si estos son alcanzables y, si lo son, ver en cuánto tiempo lo podemos conseguir. También considero que es fundamental saber para qué lo queremos conseguir. Esto nos va a dar la motivación para trabajar en ello. Pero, sobre todo, hay que saber si el objetivo va de la mano con nuestros valores y de nuestro sentido vital. Tenemos que ver si es importante para nosotros o lo vamos a hacer porque es lo que quiere el resto.
¿Qué consejo le darías a alguien que se siente perdido?
Es complicado. Yo le diría que haga una herramienta que es una rueda de la vida. Hay que dibujar una rueda en una hoja y marcar diferentes ejes con diversos aspectos: familia, amor, trabajo, economía, salud, desarrollo personal, ocio… Ahí que vaya viendo cómo se siente en cada uno de esos aspectos y que puntúe del 0 al 10 cada uno de ellos, sabiendo que el 0 es el centro de la rueda. Luego que una los puntos. A veces nos damos cuenta de que esa rueda no está compensada. Ahí se ven cuáles son aquellas cosas en las que hay que empezar a trabajar con el objetivo de que esa rueda sea lo más redonda posible, entendiendo que la vida nunca es perfecta y que pasamos por diferentes etapas.