Desde el 2012, cada 15 de abril se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Arte, con el objetivo de reivindicar y reconocer la importancia que tiene en todas sus formas, así como el gran impacto que tiene sobre nuestra sociedad. 

 

¿Por qué este día? Precisamente, coincide con el cumpleaños del pintor renacentista Leonardo Da Vinci, uno de los artistas más reconocidos de la historia. Da Vinci, además de pintor, también fue un gran diseñador, escultor, arquitecto, poeta y biólogo, entre otros, por lo que la Asociación Internacional de Artes Plásticas (AIAP) propuso esa fecha como reconocimiento a sus aportaciones al arte.

 

 

 

El arte en cualquiera de sus disciplinas nos rodea y forma parte de nuestra historia revelando datos e información de una forma que consigue emocionar y cautivar la parte más sentimental de las personas. Cada trazo de un pincel en un cuadro, cada página en de un libro, cada partitura musical,  cada movimiento de un baile, son situaciones con un poder incalculable que tienen una gran repercusión, y muchas más importancia de la que solemos darle.

 

 

 

 

 

 

 

Este día, es una ocasión perfecta para reflexionar sobre este papel vital que desempeña el arte en la cultura, la historia y la identidad humana.  A través de él, podemos entender mejor las experiencias y las perspectivas de los demás, sin importar el contexto, la cultura o la idioma que nos diferencien. Es un claro recordatorio de que a pesar a de nuestras diferencias, el arte es el lenguaje universal que puede unirnos sin importar ningún tipo de frontera. 

 

 

Para poder seguir disfrutando del arte, es preciso que no nos olvidemos del papel fundamental que tiene, ni dejarlo en segundo plano, por lo que es esencial proteger la libertad artística y proporcionar apoyo a los artistas con gran talento. El crear entornos en los que se fomente la expresión artística no solo se promueve la diversidad, sino que también se ensalza con orgullo el patrimonio artístico de nuestra historia.